lunes, 26 de diciembre de 2011

LA VOCACIÓN DE SERVICIO - OGA

UN HOMENAJE A TODAS AQUELLAS PERSONAS
QUE VIVEN CON VOCACIÓN DE SERVICIO
Sentir vocación hacia algo es manifestar plena y elevada aptitud directa en el sentido hacia el cual es orientada tal vocación. La vocación de servicio es propia de personas que viven con intensidad la entrega desmedida a los demás de un modo desinteresado. Por fortuna hay por doquier muchas personas dispuestas a darse en servicio a los demás, a contribuir de una y otra manera con los desvalidos; sea este un homenaje a todas aquellas personas y entidades que viven con vocación de servicio experimentando la satisfacción por el bien hecho en favor de los demás. Un Dios les pague por todo cuanto hacen cada día para bien de los más necesitados y que ojalá segundo a segundo se conviertan esas acciones en factor multiplicador en el conocimiento y sensibilización de los corazones en procura de contagiar y convertir el servicio a los demás en un verdadero hábito de vida, como muestra de hermandad y sana convivencia. Se que hay escépticos en cuanto se trata de servir dando la mano a los demás y personas a quienes nada les interesa lo que otros sufran, los reveses del destino que de repente otros deben asumir, las malas pasadas que de súbito afrontan sin cómo remediar por sí solos, son personas que no reconocen la actitud benévola y desinteresada como contribución en la construcción de un mundo cada día mejor, pues su sentir egoísta no les deja ver más que a favor de sí mismos. Pero se igualmente por fortuna cómo muchísimas más personas se mueven en el día a día a favor del más necesitado. En parte me acojo a las campañas que promueven no dar dinero a todo aquél que pide en las calles, y encuentro valioso el que se pretenda de un modo organizado orientarles mejor hacia potenciar en ellos un accionar productivo que les dignifique, pero ¿hasta dónde estamos igualmente difundiendo con nuestro propio accionar cotidiano gestos de amor y acercamiento hacia el desfavorecido aunque no tengamos con él ningún vínculo familiar? Qué grato es experimentar repentinamente la complacencia por un momento dedicado a escuchar, aconsejar, ayudar y orientar a quien su familia ya lo ha “echado” a la calle. Orienta hacia el restablecimiento social. Vívelo una y muchas veces más; ayuda al menesteroso que Dios te ha de pagar. Servir es ser feliz.

OGA

lunes, 31 de agosto de 2009

HAY QUE DECIR ¡NO! A LA MEDIOCRIDAD

Simplemente hacer las cosas no debe ser lo que nos satisfaga, tampoco el sólo hecho de creer haber cumplido para sí el objetivo propuesto. ¿Hasta qué punto o en qué medida afecto a los demás con lo que emprendo en mi favor? Ojalá que en la ejecución de cuanto hacemos tengamos en cuenta el nivel de afectación ajena. A veces tratamos de ocultar la realidad de las cosas por el único hecho de que no nos compromete a nosotros de modo negativo. Cuando somos mediocres no sólo alcanzamos nuestro propósito en una medida cuya satisfacción durará poco y el nivel de competencia de la labor cumplida no tendrá la mayor credibilidad, sino que iremos a deteriorar la propia imagen. La mediocridad ofrece satisfacción a bajo nivel en cualquier medio que nos movamos y debemos tener en cuenta que cuando no hacemos el mayor esfuerzo tras los mejores logros, el más grande engaño lo hacemos contra nosotros mismos. Cada día se irán menguando las posibilidades para todo aquél que menos esfuerzo hace en su vida. El mayor esfuerzo no debemos dejarlo únicamente para cuando creemos tener en retribución algo por lo que hacemos. No, vivamos en función de imprimirle el mayor gusto a todo cuanto hacemos, más aún cuando de complacencia propia se trata. Cuando profundizamos los asuntos de interés y vamos más allá en la información de algo, estamos rompiendo las barreras de la mediocridad, cuando no nos satisfacemos a plenitud con lo que a bien llega a nuestras manos y escudriñamos hasta complacernos de la mejor manera y dentro de los límites aceptables, estamos siendo benévolos consigo mismos y esto se constituye en puntos a favor en nuestro propio querer. Cuando respondemos en nuestro desempeño laboral poniendo en juego la propia creatividad a fin de acrecentar el nivel de productividad en el cargo que nos fue asignado, estamos venciendo la mediocridad y asegurando mayor aceptación, bien para el presente o para el futuro que nos espera. Recordemos que la excelencia debe ser un proceso de mejoramiento continuo, es un camino como medio y una meta como fin, que jamás podrá ser recorrido este ni alcanzada aquella por una persona mediocre. Tomado del libro "Servir y Ser Feliz" de OGA

PARA VER Y/O COMPRAR TODAS LAS OBRAS DE OGA, VAYA A:

www.elpoetaoga.com